Los aminoácidos se producen comercialmente mediante uno de los siguientes métodos:
Método de síntesis química
En síntesis química directa se obtienen mezclas de isómeros D y L de aminoácidos, que posteriormente deben separarse en antípodas ópticas mediante un método enzimático. La necesidad de un paso adicional hace que estos procesos sean menos preferibles que la síntesis enzimática directa.
Por lo tanto, la síntesis química se utiliza principalmente para la producción de metionina, ya que en este caso no se requiere la separación de enantiómeros (los isómeros L y D de la metionina son biológicamente activos).
Síntesis enzimática
Según este método, el proceso de obtención de aminoácidos consiste en la síntesis del aminoácido precursor y su posterior transformación en el aminoácido diana mediante enzimas o microorganismos aislados.
Síntesis enzimática
Este método de obtención de aminoácidos se basa en la capacidad de los microorganismos para sintetizar todos los L-aminoácidos y, en determinadas condiciones, proporcionar su «sobreíntesis». La principal diferencia entre la fermentación microbiológica y la fermentación enzimática es el uso de todas las enzimas de los microorganismos en lugar de las aisladas individuales.
Los productores de aminoácidos en biosíntesis suelen ser bacterias pertenecientes al género Corynebacterium, Brevibacterium, Escherishia . El sustrato para la producción de aminoácidos son las materias primas de carbohidratos (melaza, almidón e hidrolizados de celulosa), etanol, ácidos acéticos u otros ácidos orgánicos, así como hidrocarburos. Se utilizan sales de amonio, nitratos y aminoácidos como fuente de nitrógeno.
La síntesis microbiológica tiene sus ventajas y desventajas. Por un lado, tiene pocas etapas y requiere un equipo relativamente simple y versátil. Por otro lado, los organismos vivos con los que tenemos que trabajar son muy sensibles al más mínimo cambio de condiciones, y la concentración del producto objetivo es baja, lo que conlleva un aumento del tamaño del equipo.